Aunque no tienen playa, encontraron la ola perfecta en el canal de un parque local. (Algo así como surfear el Mapocho, pero limpio) Muy por el contrario de sus clásicas postales nevadas, los castillos de cuento y las grandes cervecerías, Munich se ha convertido en un paraíso para los surfistas, que acuden a la capital bávara en cualquier época del año atraídos por el Eisbach, el arroyo que cruza su popular Jardín Inglés y que esconde la ola perfecta. En una de las calles más transitadas, de tiendas de lujo, un grupo de chicos se bajan del tranvía con sus tablas de surf la ola del Eisbach, que alcanza casi el metro de altura, atrae a surfistas de todo el mundo no se trata de la única ola de este tipo en Europa, pero sí de la más atractiva por su localización en plena capital de Baviera su mecanismo es sencillo la fuerte corriente del Eisbach se hace remolino en un punto determinado, donde los surfistas han dispuesto unos tablones de madera que impulsan el agua hacia arriba con fuerza hasta conseguir una ola constante y perfecta el espacio es limitado, unos 10 metros y, al contrario del océano, la ola no se mueve de lugar.


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